sábado, 19 de enero de 2013

Vorrei un Risotto!!


He probado varios Risottos a lo largo de los años pero nunca uno mío, desde hace un tiempo quería atreverme a cocinarlo así que me he puesto manos a la obra y me ha salido un risotto de jamón ibérico y “boletus de los pobres” que es puro pecado.

Era la primera vez que lo hacía y creo que he estado a la altura… los que lo probaron, mis padres, terminaron encantados sus platos y pidieron más. La verdad es que la mezcla del jamón ibérico, los hongos, el arroz y el queso parmesano… es una auténcia delicia. Además es un plato no muy caro para aquellos que también miramos el bolsillo a la hora de cocinar.

Os voy a contar cómo lo he hecho, especificando productos, establecimientos, paso a paso…

Cómo hace Gonzalo el Risotto de Jamón ibérico y “boletus de los pobres”:

Ingredientes para 3 personas (no es el número típico de personas para recetas, pero fue para lo que dio):

  • ·      350 gramos de arroz arborio
  • ·      1,5 litros de caldo de jamón (que otro día os contaré)
  • ·      1 cebolla o chalota
  • ·      1 diente de ajo
  • ·      Una buena loncha de jamón hecha taquitos o tiritas o picadillo o…o….
  • ·      Setas de los pobres, véase más abajo
  • ·      60 gramos de queso parmesano
  • ·      20 gramos de mantequilla o una cucharadita de toda la vida
  • ·      Vaso de vino blanco seco
  • ·      Aceite de oliva virgen extra (que queda muy rico)
  • ·      Una pizca de toque secreto de la casa
  • ·      Una buena muñeca para no parar de remover



Bueno, pues para empezar y después de ver cómo se hace el risotto tanto en vivo y en directo, por trabajo, cómo leyendo un poquito por internet… ví que no tenía ni el arroz para empezar así que me fui a comprar. Mercadona era una buena opción, ya que siempre tiene de todo, o casi todo, pero más tiene Alcampo así que allí me fui.

Necesitaba, arroz arborio (el tradicional italiano para el risotto), los hongos y queso parmesano. Le encontré todo: el arroz de la marca Nomen paquete de 1 kg, para los boletus de los pobres encontré un combinado de setas frescas que tenía: seta de chopo, seta de cardo y seta Shiitake. El queso parmesano lo podéis comprar tanto en cuña para rallarlo vosotros como ya rallado o en polvo en un envase, esta última fue mi opción. Todo por menos de 7 euros.

El resto de los ingredientes los tenía en casa, sobre todo me sobraba toque secreto de la casa que podéis pedirme aquí. Así que ya estaba listo.

Para empezar, pelamos y cortamos la cebolla al estilo (qué profesional soy a veces) brunoise, es decir, en trocitos pequeños para sofrito. Para pochar las cebollas, lo podemos hacer solo con el aceite de oliva, pero si además mientras se calienta el aceite derretimos en él la mantequilla nos quedará una cebolla espectacular. Menos sana sí, pero una vez al año…

Mientras va pochando la cebolla a fuego medio bajo, debemos tener (y esto es importante) el caldo constantemente caliente en una cacerola.

También es bueno si antes de incorporar las setas les damos un par de golpes de sartén con un chorrito mínimo de aceite para quitarles algo del agua propia de los hongos.

Incorpramos a la cebolla el jamón ibérico troceado, damos un par de vueltas con la paleta y añadimos las setas. Rehogamos todo junto, que se vayan mezclando bien los sabores (en este punto tenemos un olor en la cocina que dan ganas de comerse ese sofrito así, sin arroz… y mandar a Jamaica el Rissoto. Hay que ser paciente porque merece la pena!!).

Una vez rehogado, añadimos el arroz y lo sofreímos durante 1 minuto o 2 moviendo bien para que no se nos pegue. ¡Muy importante tener buena mano y mover a discreción!

Añadimos ahora el vaso de vino blanco, que si está caliente o hirviendo mejor para no romper la cocción del arroz, dejamos que el arroz lo vaya absorbiendo y cuando ya no quede líquido…

Y esto es muuuy importante

…vamos añadiendo cazo a cazo el caldo de jamón, DEJANDO QUE SE CONSUMA CADA CAZO ANTES DE ECHAR EL SIGUIENTE (te lo he puesto en mayúsculas, negrita y cursiva, como se te olvide no es mi culpa) y siempre sin dejar de remover bien el arroz para que vaya absorbiendo todo el caldo y ganemos en sabor. Este proceso puede durar entorno a 20 minutos peeeeeero todo dependerá de ti. Sí sí, de ti. Ya que eres tú quién cocina y sabes cómo te gusta el arroz. A mí personalmente me gusta al dente, que al morderlo no sea blandiblú y ofrezca algún tipo de resistencia, mínima por supuesto, pero que ahí esté.

Por último, y una vez alcanzado el tipo de dureza deseada, incorporamos el queso parmesano y removemos hasta fundirlo. Tendremos ante nosotros un arroz muy meloso y aromático. Ten en cuenta que una vez que añadimos el queso debemos presentarlo y comerlo para que no se endurezca al enfriarse.

Cómo veis no he añadido nada de sal, pero es que el jamón ya aporta esa salinidad, pero aún así, esto es como todo... si os gusta más salado... siempre quedará agua para beber.

Ya solo queda sentarse a la mesa y degustar el plato.

Claves: para mí son el arroz, el caldo y cómo incorporarlo, y el queso.





Para acompañar al plato compré en Makro una botella de un vino tinto de California. Un Cabernet Sauvignon que al principio en nariz me pareció demasiado fuerte y muy ácido pero en boca tomó otros tonos y se dejó beber, combinaba bien su equilibrio de sensaciones con un vino que llenaba la boca pero a la vez tenía una corta persistencia. Western Cellars 2009 Cabernet Sauvignon. Nunca había probado un vino de Norte América… de momento, como diría aquel, “Una y no más, Santo Tomás…”.

Como el arroz es una comida más o menos copiosa, que te llena rápido, después de comer me fui a dar un paseo por el campo (muy bohemio yo…) cámara en mano (todavía más bohemio aún) y os dejo unas fotitos que hice de los campos que hacen de frontera natural entre los términos municipales de Toledo y Bargas.

Qué arbolito más chulo me encontré
El iPhone es una maravilla...
Instagram


El modo Atardecer hace estas cositas
Tu nombre me sabe a...
y estas...



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